martes, 2 de diciembre de 2008

VANIDADES

Hablar por hablar, es algo que a mi no me
hace feliz, ni me atrae escuchar, a quien habla
por el solo hecho de no guardar silencio.
Desde que me gusta escuchar, más que
hablar, he podido observar la cantidad de absurdas
vanidades que se pueden decir en poco
tiempo, esto me hace recordar un dicho popular
que mi abuela decía.
¡Es más fácil callar, que hablar sin errar!
Creo que realmente es una gran verdad.
En la forma de expresión se puede observar
la capacidad de cada cual, es la primera tarjeta
de presentación es nuestro propio modo de
proceder.

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