Si tienes que tomar
una importante decisión,
procura hacer antes
una buena meditación.
Cuando del corazón sólo
salen malas acciones y corrupción,
tarde o temprano...
llegarás a la desesperación.
La bondad es un don espiritual
de belleza sin igual.
Las buenas acciones
dan mucha paz
a los nobles corazones.
El trabajo hecho con amor
dignifica el corazón.
Procura que la razón y la gratitud,
sean de tu vida la más preciada virtud.
Que la bondad y la razón,
nunca falten a tu corazón.
La ambición es el camino
de la perdición.
El trabajo es el mejor entretenimiento,
si lo haces con un buen concepto.
Si tu corazón actúa siempre en paz
y en adecuada dirección.
tienes para ser feliz
la más bella razón.
No quieras siempre tener tu la razón,
piensa que los demás también tienen
su corazón, su razón y su orgullo,
y tal vez con más sensatez que el tuyo.
Quien todo lo espera de la lotería
siempre sentirá su alma vacía.
No dejes entrar en tu corazón,
el ocio, el odio, el vicio ni la ambición,
pues todos hacen perder la razón.
Si felicidad buscas en el dinero
y en todo lo que es perecedero,
no la hallarás, aunque recorras
el mundo entero.
La envidia,
el corazón llena de inquietud,
y el alma quita paz y virtud.
El odio es el peor de los males,
pues daña el cuerpo
y el alma de los mortales.
Ni en el vicio,
ni en la ambición,
hallarás la paz
que necesita tu corazón.
La vejez debe servir para reparar
lo que en tu juventud hiciste mal,
por no pararte a reflexionar.
Si todo el tiempo gastas en trabajar,
no podrás nunca meditar.
El que en Dios espera,
nunca desespera.
Procura que en tu corazón,
siempre reine la paz y la razón.
Si tienes dinero
y quieres que no se ría de ti,
de él te has de servir.
Ni en droga ni en alcohol
encontrarás la paz
que busca tu corazón.
Si siempre miras al suelo
nunca verás el cielo.
En el silencio respira el alma
y el corazón halla paz y calma.
Es la Fe y la Esperanza
la que llena de paz el alma.
Si de ti se apodera la obsesión
no encontrará paz tu corazón.